El último baile

Mi reina se había ido al amanecer con un grupo de fieles obreras en busca de una nueva colmena. Destronada por una impetuosa y joven reina que henchida de jalea real por poco la mata en la última pelea. 


En mi celda aún permanece su aroma a Miel nº5 . Me tiemblan las alas y se me templa el aguijón sólo de pensar en zumbar juntos.

Ahora, como zángano jefe, debo instruir en artes copulatorias a los jóvenes y prepararlos para satisfacer a la nueva reina. 

Entonces, podré escapar y volar hacia mi reina, para danzar sobre amapolas borrachos de polen y copular hasta morir.









Comentarios