Mensajero
No lo encuentro. Lo olvidé en esa casa, camino del cementerio. Tengo que volver. Sin móvil no puedo repartir y falta una entrega para mantener el curro.
Ahí está, aislada en mitad de un solar, rodeada de acequias malolientes. Golpeo la puerta y se abre sola. Desde el interior, la anciana ciega me coge del brazo y sin querer, estoy dentro.
-Yo…mi móvil…
-Tu, otra vez. El elegido- dice susurrando mientras me entrega el móvil.
Sus uñas se clavan como un cepo en mi brazo. Dolor al salir corriendo.
Lejos de allí, el móvil anuncia mi última entrega: esa casa, camino del cementerio.
Trabajar en Delivery/Globo...eso sí que da más miedo que Halloween 🎃
ResponderEliminar